No es la primera vez que pasa que un entrenador deja tirado su puesto, su contrato y su proyecto por pensar en algo mejor para su futuro. Sin embargo, la escuela argentina se acostumbró a eso.
Los entrenadores argentinos gozan de bastante demanda en el mercado futbolero. Basta con que hagan una buena campaña con sus modestos equipos para que llegue otro club más grande y se los lleve, con más dinero y mejores posibilidades de triunfar.
Así paso con Diego Cocca en su momento, recientemente con Fernando Gago y ahora con Martín Anselmi, quien dejó Cruz Azul para irse al Porto y nadie entiende qué pasó.